Pequeño hotel de carácter familiar situado en un entorno privilegiado, a tan solo veinte metros de la playa y del paseo marítimo de uno de los rincones más bonitos de la Costa Brava, con aguas cristalinas y rodeado de verdes pinedas. La propiedad era una antigua casa de pescadores completamente reformada en el año 1993.
La inmejorable situación de este hotel lo convierte en un lugar ideal para disfrutar de unas merecidas vacaciones en un tranquilo lugar que dispone de una buena oferta gastronómica así como de numerosas actividades de entretenimiento: submarinismo, vela, golf, hípica, senderismo, etc...
El hotel dispone de ocho habitaciones cómodas y acogedoras, decoradas meticulosamente con pequeños tesoros de anticuario.