Descubra la auténtica esencia del Ampurdán en esta inigualable masía de 1815, un santuario de paz y elegancia que fusiona magistralmente la arquitectura catalana tradicional con comodidades modernas. Situada en un extenso terreno privado de más de 2 hectáreas, entre Begur y Palafrugell, y a escasos 10 minutos de las icónicas playas de la Costa Brava, esta propiedad representa lo mejor de una vida en plena naturaleza, sin sacrificar la cercanía a los encantos y servicios de una de las zonas más apreciadas de la Costa Brava.
** Exteriores ** Rodeada por un vasto jardín que proporciona una privacidad sin igual, la finca está dotada de todo lo necesario para el disfrute exterior: desde una pista de tenis para los entusiastas del deporte hasta una piscina y un lago. Además, la propiedad también cuenta con una pequeña zona boscosa y algunos árboles frutales. Las diversas terrazas y porches, estratégicamente ubicados, ofrecen el marco ideal para atardeceres memorables en compañía de la familia y amigos.
** Superficie y Distribución ** Con más de 1700 m² de superficie construida, la propiedad destaca por su masía principal de 500 m² distribuida en dos niveles. Esta impresionante residencia preserva elementos arquitectónicos tradicionales ampurdaneses como los suelos de toba catalana, techos abovedados en la cocina y vigas de madera expuestas en varias estancias. Un amplio comedor y una contigua galería con generosos ventanales aseguran una iluminación natural excepcional. A poca distancia, una segunda vivienda independiente de 150 m² complementa la oferta de este lujoso complejo, que incluye un total de nueve dormitorios y nueve baños, ideales para acoger tanto a una familia numerosa como a invitados.
** Equipamiento ** La masía ha sido bien mantenida y se encuentra en buen estado de conservación. Aunque podría beneficiarse de algunas modernizaciones, su potencial para renovaciones es inmenso. La finca está equipada con calefacción por radiadores, aire acondicionado, chimenea y sistema de alarma para garantizar su seguridad. Las ventanas de madera con doble cristal y los suelos de toba catalana infunden a la residencia un carácter rústico y auténtico, realzado por detalles como techos en bóveda catalana y armarios empotrados.
En resumen, esta propiedad ofrece un potencial significativo tanto para residentes como para inversores, representando una opción ideal para aquellos que desean un equilibrio perfecto entre la vida rural y la proximidad a las comodidades urbanas y las playas paradisíacas de la Costa Brava.